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hormigón pretensado

Hormigón pretensado, mucho más que soluciones de ingeniería civil

El origen del hormigón pretensado y su principal uso hasta bien entrado el siglo XX fueron las construcciones de ingeniería civil, sobre todo, los puentes. Esta estructura incentivó la tecnología que hoy conocemos como hormigón pretensado.

A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, surgió la idea introducir un esfuerzo de compresión interno mediante cables de acero tensado y anclados al propio hormigón, de forma que contrarrestaran en parte los esfuerzos de tracción y permitieran salvar vanos de gran amplitud con elementos más esbeltos, ahorrando así en materia prima y en tiempo de ejecución del proyecto y manteniendo la seguridad de la estructura.

No es hasta mediados del siglo XX cuando se consigue perfeccionar la técnica y se generaliza el uso del hormigón pretensado por todo el mundo. Sin embargo, su uso en un ámbito diferente al de la ingeniería civil e industrial es más reciente.

La utilidad de este tipo de estructuras para salvar grandes luces parecía condenarlo a infraestructuras viarias y a grandes naves industriales. Aun así, el buen funcionamiento de esta tecnología y su rentabilidad económica sin rebajar ni un ápice la seguridad de las estructuras hizo que diera el salto a la construcción residencial y terciaria.

El hormigón pretensado en la actualidad

Hoy en día, además, se ha impuesto la tendencia de espacios diáfanos que permitan multitud de usos por lo que se requiere también usar en su construcción piezas de hormigón pretensado que ofrecen esta posibilidad tanto para viviendas particulares como para las zonas comunes de hoteles, centros comerciales, aeropuertos, hospitales, centros educativos y deportivos, aparcamientos, espacios de ocio, residencias, estaciones de metro, depuradoras…

Actualmente el pretensado es una técnica muy contrastada que ofrece soluciones fiables, económicas y estéticas en el diseño de estructuras. De hecho, estudios recientes señalan que el mayor uso de hormigón pretensado se da en la construcción de oficinas. Dos ejemplos son la Torre Agbar de Barcelona y la Torre Espacio, en Madrid.

Proyectos tan singulares y de tanta envergadura encuentran en esta tecnología ventajas como una reducción considerable de los costes y de los plazos de ejecución. Es por ello que el hormigón pretensado se ha impuesto en la construcción de todo tipo de infraestructuras y edificaciones independientemente de su uso principal.

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